martes, 18 de noviembre de 2014

EL BARROCO.



El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país.

Arquitectura.






Fachada de San Carlo alle Quattro Fontane (1634-1640), de Francesco Borromini, Roma.


La arquitectura barroca asumió unas formas más dinámicas, con una exuberante decoración y un sentido escenográfico de las formas y los volúmenes. Cobró relevancia la modulación del espacio, con preferencia por las curvas cóncavas y convexas, poniendo especial atención en los juegos ópticos (trompe-l'œil) y el punto de vista del espectador. También cobró una gran importancia el urbanismo, debido a los monumentales programas desarrollados por reyes y papas, con un concepto integrador de la arquitectura y el paisaje que buscaba la recreación de un continuum espacial, de la expansión de las formas hacia el infinito, como expresión de unos elevados ideales, sean políticos o religiosos.

Escultura.









Éxtasis de Santa Teresa (1647-1651), de Gian Lorenzo Bernini, iglesia de Santa María de la Victoria, Roma


La escultura barroca adquirió el mismo carácter dinámico, sinuoso, expresivo, ornamental, que la arquitectura —con la que llegará a una perfecta simbiosis sobre todo en edificios religiosos—, destacando el movimiento y la expresión, partiendo de una base naturalista pero deformada a capricho del artista. La evolución de la escultura no fue uniforme en todos los países, ya que en ámbitos como España y Alemania, donde el arte gótico había tenido mucho asentamiento —especialmente en la imaginería religiosa—, aún pervivían ciertas formas estilísticas de la tradición local, mientras que en países donde el Renacimiento había supuesto la implantación de las formas clásicas (Italia y Francia) la perduración de estas es más acentuada. Por temática, junto a la religiosa tuvo bastante importancia la mitológica, sobre todo en palacios, fuentes y jardines.

Pintura.




San Juan Bautista (1602), deCaravaggio, Museos Capitolinos,Roma.


La pintura barroca tuvo un marcado acento diferenciador geográfico, ya que su desarrollo se produjo por países, en diversas escuelas nacionales cada una con un sello distintivo. Sin embargo, se percibe una influencia común proveniente nuevamente de Italia, donde surgieron dos tendencias contrapuestas: el naturalismo (también llamado caravagismo), basado en la imitación de la realidad natural, con cierto gusto por el claroscuro —el llamado tenebrismo—; y el clasicismo, que es igual de realista pero con un concepto de la realidad más intelectual e idealizado. Posteriormente, en el llamado «pleno barroco» (segunda mitad del siglo XVII), la pintura evolucionó a un estilo más decorativo, con predominio de la pintura mural y cierta predilección por los efectos ópticos (trompe-l'oeil) y las escenografías lujosas y exuberantes.


Literatura.




Página inicial deSoledades (l. I, pág. 193) en elManuscrito Chacón, de Luis de Góngora.


La literatura barroca, como el resto de las artes, se desarrolló bajo preceptos políticos absolutistas y religiosos contrarreformistas, y se caracterizó principalmente por el escepticismo y el pesimismo, con una visión de la vida planteada como lucha, sueño o mentira, donde todo es fugaz y perecedero, y donde la actitud frente a la vida es la duda o el desengaño, y la prudencia como norma de conducta. Su estilo era suntuoso y recargado, con un lenguaje muy adjetivado, alegórico y metafórico, y un empleo frecuente de figuras retóricas. Los principales géneros que se cultivaron fueron la novela utópica y la poesía bucólica, que junto al teatro —que por su importancia se trata en otro apartado—, fueron los principales vehículos de expresión de la literatura barroca. Como ocurrió igualmente con el resto de las artes, la literatura barroca no fue homogénea en todo el continente, sino que se formaron diversas escuelas nacionales, cada una con sus peculiaridades, hecho que fomentó el auge de las lenguas vernáculas y el progresivo abandono del latín.


Teatro.

Si bien resulta complicado literariamente hablar de teatro barroco en Europa, el Barroco supuso un período de esplendor del teatro como género literario y como espectáculoque se extendió desde Italia al resto de Europa en el siglo XVII. Los teatros nacionales, que se conformaron durante el siglo XVII, tienen características propias y diversas.

Música

Entre los especialistas se acepta que la música entre los albores del siglo XVII y mediados del siglo XVIII tiene una serie de características que permite clasificarla como un período estilístico, el denominado Barroco en la historia musical occidental.

Danza.





Luis XIV en el Ballet Royal de la Nuit (1653).


La danza no tenía en el siglo XVII la misma consideración de arte que tiene hoy día, y era considerada más bien un pasatiempo, un acto lúdico, aunque con el tiempo fue cobrando protagonismo y empezó a ser considerada como una actividad elevada. Asimismo, si bien en un principio era tan solo un acompañamiento de otras actividades, como el teatro o diversos géneros musicales, progresivamente fue cobrando autonomía respecto a estas modalidades, hasta que en el siglo XVIII se consolidó definitivamente como una actividad artística autónoma. A finales del siglo XVI el principal país donde se otorgaba una cierta importancia a la danza era Francia, con el denominadoballet de cour, el cual incluso hizo evolucionar la música instrumental, de melodía única pero con una rítmica adaptada a la danza. Aun así, su utilización en la corte francesa era más que nada un acto propagandístico con el que demostrar la magnificencia de la realeza, o con que agasajar a visitantes y diplomáticos, y donde se valoraban más la escenografía, el porte y la elegancia que la coreografía o la habilidad física.


Jacques d'Agar.






Jacques d'Agar (1640 - 1716) fue un pintor de retratos francés nacido en París. Fue un estudioso de Ferdinand Vouet, y comenzó su vida como un pintor histórico, pero pronto abandonó la historia por los retratos, rama del arte en la cual se volvió muy exitoso. En fue admitido en la Academia, y se volvió también pintor en ordinario para el rey y su corte. Hasta la revocación del Edicto de Nantes, Agar, como protestante, fue excluido de la Academia. En consecuencia, dejó Francia en 1682 para nunca regresar.

Fue invitado a la corte de Dinamarca, y fue patrocinado en gran medida por el rey Cristián V. El retrato de este pintor ha encontrado un lugar en la Galería Florentina de Artistas. Fue pintado en 1693 a petición del rey Cristián. Horace Walpole dijo que visitó Inglaterra, donde residió algún tiempo, y lo conoció con éxito. Él pintó los retratos de varios personajes de la nobleza del reinado de Ana de Gran Bretaña, entre los cuales estaban la Duquesa de Montagu, las Condesas de Rochfort y Sunderland, Thomas conde de Strafford, y otros. Un retrato de Carlos II de Inglaterra, pintado por él, se dice que ha estado antes en la Galería en Christiansburg. Murió en 1716 en Copenhague.

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